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#DíaDelEstudiante, una fecha manchada de sangre

  • Foto del escritor: Jamás.Dije
    Jamás.Dije
  • 23 may 2020
  • 3 Min. de lectura

No, no celebramos el Día del Estudiante Universitario, lo conmemoramos.


A mí en la primaria me pintaron la vida llena de color, de héroes valerosos y heroínas incorruptibles, sin embargo con el paso de los años me fui dando cuenta que cada fecha en la que yo bailaba, desfilaba, hacía trabajos con colores y pasta, estaba más cubierta de sangre que cualquier cosa. El Día del Estudiante Universitario en México, temo decirles, que no es la excepción a la regla: nació del hartazgo y la agresión.


¿Qué pasó? Simple. A jóvenes huelguistas de la hoy Universidad Nacional Autónoma de México (#UNAM) los policías les pusieron una golpiza el 23 de mayo de 1929. Y, si bien es cierto, el caso no tuvo un impacto tan fuerte en la memoria como el movimiento de 1968, la realidad es que esta fecha se propone honrar su esfuerzo para lograr una educación más abierta y en pro de la comunidad.


Si se preguntan qué es lo que querían los jóvenes, pues también la respuesta es sencilla: buscaban libertad dentro de su casa de estudios; eliminar la figura de un rector impuesto por el mando presidencial; a las fuerzas policiales fuera de los terrenos del centro de estudios, entre otras reformas.




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UN HISTORIAL COMPARTIDO CON AMÉRICA LATINA


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Como es natural, las distintas fechas en conmemoración de los estudiantes tiene un origen similar a lo largo y ancho de América Latina. Por ejemplo, Colombia (8 de junio) rinde un homenaje a los estudiantes caídos también en el año de 1929 luego de que expusieran casos de corrupción en la Universidad Nacional, a la par de exigir garantías individuales.


Lo particular, en el caso de tierras colombianas, es que 25 años después del primer suceso (en la misma fecha), otro joven fue acribillado por la policía en los terrenos de la Facultad de Medicina de la universidad.


Cuba, por su parte, recuerda cada 17 de noviembre a los muchachos que se revelaron contra la invasión Nazi de 1989. En tanto, Nicaragua se conmocionó, la noche del 23 de julio, al enterarse que un cuarteto habría sido masacrado por la Guardia Nacional luego de que repudiaran los crímenes cometidos en complicidad del ejército hondureño.


El calendario en Perú marca el 23 de septiembre como la fecha en que se buscó por primera ocasión cambios de fondo en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, por allá de 1909. Para Venezuela el 21 de noviembre es sinónimo de una huelga estudiantil (por represión y tortura) que terminó con la caída del gobierno de Marcos Pérez.



PERO, NO TODO ES TRISTEZA


Si bien es cierto, en los últimos años estudiantes universitarios celebran su día con grandes fiestas o días de asueto, hay países donde las dinámicas cambian y tanto los docentes como los estudiantes viven unas horas en la piel del otro.


Panamá tiene una curiosa tradición el 27 de octubre: los profesores se convierten en alumnos y estos últimos en reyes de las escuelas. Algunos de los colegios de la localidad seleccionan a sus mejores estudiantes con la intención de reemplazar a administrativos, catedráticos y directivos de la institución.


A la par, aquellos con puntajes más sobresalientes pueden llegar a vivir un día como alcalde de su región.

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