top of page

Acepté que voy a morir... y está bien

  • Foto del escritor: Jamás.Dije
    Jamás.Dije
  • 16 mar 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 abr 2020

Acabo de hacer las paces con la vida, justo hoy, a la mitad de la nada: Acepté que voy a morir.


Sí, es cierto, va a pasar, sin embargo, me prometí que sólo sería una vez y para siempre. Seamos sinceros, ¿realmente vivimos?


¿Cuándo fue la última ocasión en que nos abrazamos al pasto y rodamos y reímos y rodamos y reímos y rodamos?

¿Te acuerdas de ese abrazo que no diste?¿O de aquella ocasión en la que sólo querías decir 'quédate un poco más'?

¿Valió la pena haber trabajado hasta tarde y olvidado la reunión con la familia (la propia, la ajena, la otra, la de los amigos, la que sea)?

¿En qué cajón guardamos la valentía para robarnos un beso, una sonrisa, un 'cinco minutos más', un café de alguien a quien amamos/queremos/deseamos?

Supongo que la mía (mi valentía) quedó atrapada entre la caja de omeprazol, un par de antibióticos y la membresía de un gimnasio al que no voy (ni iré).

¿Alguien se acuerda cuándo fue la última vez que nos detuvimos a sentir nuestra respiración, o los labios, o los dedos de los pies mientras se mueven por la arena de alguna playa lejana o cercana?

Yo no. A mí eso no me lo enseñaron en la universidad.

Supongo que por eso hice las paces con la vida, porque está cabrón pedir perdón, sobre todo si toca hacerlo mirando al espejo... pero es una manera de comenzar o re-comenzar.


Me disculpo conmigo por no escucharme; también por dejar que el miedo me paralizara; por hablar de más y por callar de menos; por etiquetar al mundo (que, ojo, no creo que esté mal, pues es una forma de entenderlo) y permitir que esas etiquetas redirigieran mis pasos de forma incorrecta; por no haber tomado un avión a media noche, con las ganas dibujadas en una sonrisa, para decir 'hola, ¿vamos por un café?'; por pensar idealizar(me) en el futuro como si el presente no importara. Básicamente (porque la lista es gigantesca), me disculpé por todas las ocasiones en las que me dejé morir poco a poquito, mientras mi cara iba como si nada y el corazón me reclamaba como si todo.


¿Ven? ¿Leen? Sí, la cagué (en pocas, y nada elegantes, palabras).


Y no, ésta no es una invitación a vivir un proceso de rebeldía absurdo, olvidar todo lo que somos y construimos para irnos al fin del mundo a hacer lo que nos gusta (que, ya que estamos en eso, tampoco sabemos mucho qué es porque ni nos conocemos), o bueno, quizás sí lo es y no me he dado cuenta. Esto es una carta para recordar que el juego no es eterno y detrás de cada verano luminoso hay un otoño (amoroso) que también vale la pena disfrutar, pero sin mirar atrás con añoranza, sin recelos, sin historias a medias.


Antes de morir quiero hacer algunas cosas:

Robarme tantas sonrisas como pueda (todos los días al menos una).

Aprender a querer bonito (Aún no sé qué es querer bonito, así que primero debo encontrar la forma de descifrarlo).

Inspirar a alguien.

Cantar todos los días (Ésta es inspiración prestada, pero también cuenta).

Hacer el amor bajo las estrellas.

Casarme (¿Por qué no?).

Estudiar otra carrera.

Realizar voluntariado en un albergue de perritos (con muchos perritos).

Gritar leperadas sobre un globo aerostático (jajaja, perdón, sí, sí quiero hacerlo).

Escribir un libro (lo del plantar el árbol ya lo hice y lo del hijo, para ser ciertos, comencé a pensarlo).

Tomar el carro algún día y avanzar hasta donde me lleve el viento (o la cartera, o la policía, o los sueños, vaya usted a saber).

Salir en alguna película.

Besar a alguien en la mano y decirle que lo vi en una película y siempre quise hacerlo (así como Jack en Titanic).

Conocer 10 países más.

Mudarme de ciudad (aunque sea por unos meses)

Estudiar y aprender (que son dos cosas bien diferentes)

Madurar.

Descubrir la forma de dejar huella en el mundo.

Pedir perdón (este punto irá lento).

Ser más honesto (sobre todo conmigo).

¿Y tú?¿Qué quieres hacer para vivir?


Ojalá que en la próxima reforma educativa nos incluyan alguna materia que no sólo nos enseñe a defender lo que pensamos sino a vivir lo que sentimos.


En tanto, en lo que vivo o muero, aquí les dejo este 'te quiero'... por si las dudas.

Comentarios


bottom of page